El verano ya está aquí y, con ello, llegan las vacaciones y la Garrinada. Los orígenes de esta festividad se remontan a tiempos pasados, como celebración del voto público que desde nuestra Vila se hizo para pedir a Santo Domingo que protegiese las aguas de la epidemia que amenazaba a nuestros antepasados. Por ello, cada 4 de agosto, se vuelve a realizar un voto público y se bendicen las aguas y los càntirs del pueblo. A estos actos tradicionales (como ocurre también con la concentración de los Domingos o el Oficio en honor al Santo), le preceden otros actos de festividad y celebración. La Garrinada es una fiesta de todos (y pagada por todos) y no debería tolerarse que algunos la aprovechen para hacer política y, mucho menos, para realizar actos que incitan al odio como lo que ocurrió el año pasado: el apaleamiento de un muñeco con la cara del Presidente Rajoy y la defensa del (pseudo)referéndum ilegal. Suponemos que este año no apalearán a quien con sus votos han hecho Presidente de España. Y esperamos que así sea, que no lo hagan. Respeto y tolerancia.
Dicho esto, desde el Partit Popular de Catalunya queremos aprovechar estas líneas para denunciar públicamente que es inaceptable que en la piscina municipal solo haya contratado un socorrista con una jornada de 70 horas. Esto se debe a una mala planificación y gestión por parte del Gobierno Municipal. Y vemos con buenos ojos que se vaya a contratar un segundo socorrista. Más vale tarde que nunca. No queremos tener que lamentar ninguna desgracia. Y es que los ahogamientos son la segunda causa de muerte infantil en España (Primer Informe Nacional de Ahogamientos de Menores, años 2013 a 2017).
Para terminar, y como ya denunció nuestro concejal del PPC Fran Fragoso en la entrevista que le hicieron en la radio sobre el pleno del mes de julio, no puede tolerarse que se dedique el tiempo de los plenos a hablar sobre una República fantasma. Y es que “És un fet que la República no existeix” afirmó la ex Consellera Ponsatí. El tiempo del Pleno Municipal debe dedicarse a los problemas reales de Argentona. Que de haberlos, los hay.